•EL PROFETA MUHAMMAD (P Y B) NACIO EN LA MECA EN EL AÑO DEL ELEFANTE.
•Equivalente al 571 d.C.
El año del elefante

Abrahah As‑Sabah Al‑Habashi, virrey de Abisinia (Etiopía) en el Yemen viendo que los árabes realizaban la Peregrinación a la Ka‘bah construyó una gigantesca iglesia en San‘a para que los peregrinos árabes dejen de concurrir a Makkah y asistan a su iglesia. Un hombre de la tribu de Kinanah entendió su motivo, y entró a la iglesia de noche para tirar excremento en una de sus paredes. Cuando Abrahah se enteró del hecho se enfureció y lideró un gran ejército compuesto por sesenta mil guerreros con el fin de demoler la Ka‘bah. En su ejército había entre nueve y trece elefantes, eligiendo el elefante más grande para él mismo. Marchó hasta que llegó a un lugar llamado Al‑Magmas. Ahí movilizó sus tropas y preparó los elefantes, estando todos listos para entrar en Makkah. Cuando alcanzó el valle de Muhassar entre Muzdalifah y Mina el elefante se arrodilló y se negó a continuar. Cuando era dirigido hacia el norte, sur o este lo hacía apresuradamente pero cuando lo conducían en dirección a la Al‑Ka‘bah rumbo al oeste se arrodillaba. Entonces Allah I envió pájaros sobre ellos que arrojaban piedras de arcilla cocida. Estas aves eran muy parecidas a las golondrinas y los gorriones, cada una llevaba tres piedras; una en su pico y las otras dos una en cada pata. Las piedras que golpearon a los hombres de Abraha cortaban sus miembros y los aniquilaban. Un gran número de los soldados de Abraha murió de ésta forma y otros tantos huyeron muriendo luego. Abraha sufrió una infección en la punta de sus dedos, los cuales le fueron amputados. Al llegar a San‘a, estaba en un estado deplorable y más tarde murió.
Los Quraishitas para salvar sus vidas huyeron a lo alto de montes y montañas. Cuando el enemigo se dispersó volvieron a casa sanos y salvos. [
[1]]
El incidente del Elefante tuvo lugar en el mes de Al‑Muharram, cincuenta o cincuenta y cinco días antes del nacimiento del Profeta Muhammad, correspondiente a finales de febrero o principios de marzo del 571 d. C. Fue un regalo de Allah I para Su Profeta r y su familia. Es considerado como un augurio divino, anunciador de la luz que vendría y del advenimiento del Profeta r y su familia. En contraste a esto, Jerusalén había sufrido atrocidades bajo el yugo de los enemigos de Allah, ya que fuera invadida por Nabucodonosor en el 587 a. C. y por los romanos en el 70 d. C. La Ka´bah, por la merced divina, nunca cayó bajo el control de los cristianos, aunque se encontraba poblada de politeístas.
Las noticias sobre la invasión del Elefante alcanzaron los rincones más distantes del mundo. Abisinia (Etiopía) mantuvo fuertes lazos con los romanos, mientras que los persas, estuvieron atentos a cualquier cambio estratégico que se vislumbrara en el horizonte socio-político, y rápidamente ocuparon el Yemen. Incidentalmente, los imperios romano y persa permanecieron integrando el poderoso mundo civilizado de aquella época. El incidente del Elefante cautivó la atención del mundo sobre lo sagrado de la Casa de Allah, y mostró que ésta había sido escogida por Allah I para su consagración.
[[1]] Ibn Hisham, 1/43-56, y el Tafsir de la Sura “El elefante” en los libros de Tafsir.
Nacimiento del Profeta (s)
Muhammad, el mas eminente de los Profetas, nació en el sector de Bani Hashim en la Makkah, un lunes por la mañana, el día nueve de Rabi’ Al‑Awwal, el mismo año que tuvo lugar el incidente del Elefante, un veinte o veintidós de abril de 571 d. C.
Amina dijo: "Cuando nació una luz que salió de mí alumbró los palacios de Siria".
Hechos significantes acompañaron su nacimiento: catorce balcones del palacio de Kisra (en Persia) se derrumbaron, el fuego sagrado de los Magos zoroastrianos se apagó, y algunas iglesias del lago de Sawa se hundieron y colapsaron.
‘Abdul-Muttalib tomó a Muhammad y lo llevó a la Ka‘bah, donde alabó y agradeció a Allah. [
[1]] Su abuelo lo llamó Muhammad un nombre que no era común entre los árabes de esa época. Le realizó la circuncisión en su séptimo día como era costumbre entre los árabes.
La primer mujer que lo amamantó luego de su madre fue Zuwaybah, la concubina de Abu-Lahab, Ella había amamantado a Hamzah Ibn ‘Abdul-Muttalib (el tío del profeta) y posteriormente amamantó a Abu Salamah Ibn ‘Abdul‑Asad Al‑Majzumi.
[[1]] Ibn Hisham, 1/159-160; Ibn Sa‘d 1/103, At-Tabari 2/156-157.